Casi todos, en algún momento de nuestra vida hemos experimentado la sensación de timidez, pero para algunos puede ser tan debilitante que les impide participar en situaciones sociales importantes para su vida o para sus metas laborales. Timidez: cómo vencerla con 4 estrategias.
¿Qué es la timidez en psicología?
La timidez implica un patrón de introversión en los contextos sociales que conlleva a una conducta retraída y a una falta de asertividad. Tienen un patrón de pensamiento que le genera estrés y ansiedad en las situaciones sociales, caracterizado por:
- Preocupación excesiva por su desempeño.
- Actitud hipervigilante que le lleva a centrarse solo en los errores que comete.
- Ideas negativas sobre sí mismo que alimentan un auto-concepto pobre.
La ansiedad ante las situaciones sociales desencadena una serie de reacciones físicas como sequedad en la boca, palpitaciones, temblor en las manos o en la voz, sudoración profusa y rubor. Además, es común que manifieste problemas para concentrarse, olvide las cosas y le resulte difícil darle un orden lógico a sus ideas, ya que el curso del pensamiento se desorganiza.
La timidez se mantiene a lo largo de los años por que sigue un patrón de ciclo vicioso. Se acerca a la situación social, siente miedo excesivo a la evaluación negativa.
Es entonces cuando uno se plantea que es mejor evitar la situación lo que proporciona un alivio inicial pero que sin embargo, conduce a sentimientos de vergüenza y culpa.
Con el fin de hacer frente a estos sentimientos, las emociones negativas pueden convertirse en ira y en culpa hacia los demás, donde otros pueden ser vistos como desconsiderados, lo que refuerza aún más el deseo de evitar.
En resumen, sus peores pesadillas se cumplen y ratifican la idea de que no tiene habilidades sociales.
Tipos de timidez
La timidez puede variar en diferentes grados. Muchas personas sienten leves sentimientos de incomodidad que se superan fácilmente. En cambio, otros sienten un miedo extremo a las situaciones sociales, y este miedo puede ser debilitante. La inhibición, el retiro de las actividades sociales, la ansiedad y la depresión pueden ser una consecuencia de la timidez.
La timidez abarca un amplio espectro de comportamientos. Es normal que los niños a veces se sientan tímidos en situaciones nuevas. Y las percepciones de timidez también pueden ser culturales. Algunas culturas tienden a considerarlo como algo negativo, mientras que otras, como algunas culturas asiáticas, tienden a considerar la timidez de manera más positiva.
¿Cuáles son las causas de la timidez?
Alrededor del 15 por ciento de los bebés nacen con una tendencia a la timidez. Y la investigación ha demostrado diferencias biológicas en los cerebros de las personas tímidas.
Pero la propensión a la timidez también está influenciada por las experiencias sociales. Se cree que la mayoría de los niños tímidos desarrollan timidez debido a las interacciones con los padres.
Los padres autoritarios o sobreprotectores pueden hacer que sus hijos sean tímidos. Los niños a los que no se les permite experimentar cosas pueden tener problemas para desarrollar habilidades sociales.
Un enfoque cálido y afectuoso para criar a los niños generalmente hace que se sientan más cómodos con los demás.
Las escuelas, los barrios, las comunidades y la cultura dan forma a un niño. Las conexiones que hace un niño dentro de estas redes contribuyen a su desarrollo. Además, los niños con padres tímidos pueden emular ese comportamiento.
En los adultos, los entornos de trabajo muy críticos y la humillación pública pueden conducir a la timidez.
¿Cómo es una persona que tiene timidez?
Las personas tímidas quieren estar cerca de los demás, pero tienen el temor de ser rechazados o criticados, tanto es así que incluso evitan situaciones sociales a las que les gustaría asistir.
En muchas ocasiones acaban sintiéndose solos y aislados, lo que aumenta el riesgo de desarrollar otros problemas asociados como depresión o ansiedad. Algunos intentan superar su timidez con medicación, alcohol o drogas, generando altas posibilidades de trastornos por consumo de sustancias.
Cómo vencer la timidez en 4 pasos
1. Planifica
La timidez, a diferencia de la introversión, se caracteriza por una fuerte tendencia a sobreestimar el control negativo. Hay una enorme temor de que los demás nos evalúen de forma negativa, centrando nuestro pensamiento en no hacer algo mal en vez de centrarlo en hacerlo bien.
Una buena forma de reducir la ansiedad es pasar más tiempo pensando en lo que se podría hacer para que la situación social sea un éxito. Puedes tomar un momento en pensar sobre qué puedes hablar, haz algunas preguntas que te ayuden a generar algunos temas interesantes:
- ¿Cuáles son algunos temas de actualidad de los que se podría hablar?
- ¿Qué ha estado sucediendo en mi vida recientemente con lo que me siento cómodo/a compartiendo?
- ¿Qué tengo en común con las otras personas que estarán allí?
Además, crea una estrategia de salida, pero trata de no utilizarla. Exponerse al miedo es la mejor manera de superarlo, sin embargo, también es importante que sientas que tu tienes el control. Si sabes que tienes una estrategia de salida para el peor de los casos, entonces no te sentirás atrapado/a.
2. Siente curiosidad por los demás
Otra de las cosas que puedes hacer para vencer la timidez es enfocarte en los demás. La gente que no está interesada en sus semejantes tiene mayores dificultades en la vida.
Para las personas tímidas el foco en cualquier entorno social está, a menudo, en uno mismo. Desvía la atención que pones en ti mismo para centrarla en ser curioso sobre los demás: quiénes son y por qué están ahí, cuáles son sus intereses y aficiones…
Estas cuestiones te darán algo diferente donde enfocar tu atención a la vez que te ayudará a generar conversaciones. Todo el mundo tiene una historia que contar, solo hace falta sentarse y escuchar. Y a todos nos gusta hablar de nosotros mismos.
3. Crea un rol
Muchas de las personas socialmente tímidas generan un alto grado de confianza durante el trabajo, pero tan pronto como entran en una situación en la que su rol o papel no se define por su trabajo pierden su autoconfianza.
Tener un rol o papel da sentido, propósito y directrices sobre cómo comportarse. Por eso, otra estrategia para vencer la timidez es adoptar el papel de cómo te gustaría sentirte en esa situación y llevarlo a cabo.
4. Suaviza tu diálogo interno
Las personas con timidez suelen ser muy críticos consigo mismos y su diálogo interno suele ser muy duro. Se dicen cosas que nunca se atreverían a decir a otras personas. Al juzgarse uno mismo con esa dureza tendemos a pensar que los demás nos juzgan de esta misma manera.
Nuestro crítico interno nos puede causar mucho daño emocional, eliminando nuestra tranquilidad y nuestra autoestima. Y la mejor manera de vencer al crítico interno es tener un aliado más fuerte de tu lado.
Es necesario generar una voz interior que actúe como tu mejor amigo. Cuando tu crítico interno te culpe por ser miedoso, recuerda que no hay una sola persona en este planeta que le guste el rechazo, pero de alguna manera todos nos las arreglamos para sobrevivir al miedo.
Cuando tu crítico interno diga que no le vas a gustar a nadie, recuerda que ‘para gustos los colores’. Hablarte a ti mismo de forma amable y gentil, conseguirás que las situaciones sociales no tengan tanto poder para hacerte daño, porque no estarás castigándote.
No dejes que la timidez te controle, cada situación social que acontece es una oportunidad para entrenar las habilidades sociales. Cuanto más lo hagas mejor te saldrá.
Pero si tu timidez es más grave, existen tratamientos muy eficaces para la ansiedad social que incluyen terapias de grupo e individuales, y en algunos casos medicación. Si crees que podrías beneficiarte consulta con un profesional de la salud mental.
¿Quieres ser el primero en conocer los misterios de la Psicología?
Únete a la tribu de Neurita, con la newsletter y disfruta de supercontenidos exclusivos.
Deja tu comentario