Enfrentarse a una situación de acoso laboral no resulta nada fácil, ¿sabes qué hacer o a quién acudir? Lo primero de todo es que el acoso laboral o mobbing es un hecho denunciable, pero ¿sabes identificarlo?
En Neurita te contamos qué es el mobbing, cómo saber si estás sufiendo acoso laboral y cómo afontarlo.
Mobbing: la enfermedad laboral del s.XXI
¿Que es el mobbing?
En la década de 1980, el equipo de investigación laboral sueco, bajo la dirección del profesor Heinz Leymann, recurrió al concepto de mobbing para referirse a procedimientos muy conflictivos en la vida laboral, lo que se conoce como acoso laboral.
En palabras del Psicólogo Berndt Zuschlag:
«El término acoso laboral designa actitudes vejatorias de una o varias personas dirigidas contra un individuo o un grupo. Las actitudes vejatorias, por regla general, se repiten una y otra vez durante un largo espacio de tiempo. Estas implican fundamentalmente la intención del autor de perjudicar a la víctima o de desprestigiarla y en caso necesario expulsarla de su puesto. Pero incluso sin las intenciones vejatorias por parte del autor, las personas sensibles pueden interpretar erróneamente sus actitudes «normales» y ser experimentadas como acoso laboral».
Los profesionales más frecuentemente afectados son los funcionarios y el personal laboral contratado de las administraciones públicas (central, regional o local), los profesores investigadores de las universidades públicas y privadas, los trabajadores de la enseñanza primaria, media o universitaria, informáticos, auditores, los trabajadores de la salud, cuidadores de guarderías y escuelas infantiles, personal de hostelería y turismo, personal de bancos e instituciones financieras, oficiales de marina mercante, así como los miembros de organizaciones denominadas ideológicas (instituciones y organizaciones caritativas o religiosas, partidos políticos, sindicatos).
En general, todo el sector de los servicios resulta afectado en mayor proporción
¿Cuándo comienza el acoso laboral?
Es muy natural que en el trabajo existan discusiones entre compañeros. Siempre ha sido así y presumiblemente no cambiará nunca. Cuando se piensa de distinta manera sobre un asunto o se está bajo una fuerte presión de tiempo, no es raro que surja una agria polémica.
También puede suceder que una persona se exceda un poco en broma y diga cosas que tal vez hieran a otra más de lo que se piensa. En estos casos, en principio, no hay nada que objetar siempre y cuando la cuestión se solucione al día siguiente, por ejemplo, con unas palabras amistosas y una disculpa si fuese necesario.
La situación empezará a ser crítica cuando las hostilidades se repiten o cuando una persona es ignorada de forma progresiva e indiscriminada. Sin embargo, sólo podrá hablarse de acoso, de terror psicológico en el trabajo, cuando la persona señalada asuma el papel de víctima. Si lo rechaza, el ataque no prosperará.
Tácticas de acoso laboral más frecuentes:
1. Ataques sobre las posibilidades de comunicarse
- El superior reduce las posibilidades de expresarse.
- Se interrumpe sistemáticamente a la persona acosada.
- Los compañeros evitan hablar con ella.
- Se le habla o se le insulta a gritos.
- Se critica constantemente su trabajo y su vida privada.
- Se la amenaza de palabra y por escrito.
2. Ataques en las relaciones sociales
- No se vuelve a hablar con la víctima.
- Sus compañeros no permiten que les responda.
- Se la traslada a un lugar alejado de sus compañeros.
3. Repercusiones en la estima social
- Por detrás se habla mal de la víctima, se difunden rumores.
- Se pone en ridículo a una persona.
- Se le hace sospechar que puede estar enfermo psíquicamente.
- Se ataca su orientación política o religiosa.
- Se obliga a alguien a realizar trabajos que hieren la conciencia de uno mismo.
- Se juzga su trabajo de manera errónea y ofensiva.
- Se pone en cuestión las decisiones de la víctima.
- Se le hacen proposiciones sexuales e incluso se intentan roces y tocamientos.
4. Ataques sobre la calidad de la situación profesional y de vida
- No se asigna ningún trabajo a la víctima.
- Se le asignan trabajos absurdos, muy inferiores a sus propias posibilidades, tareas nuevas constantemente, o tareas que superan su capacidad para desprestigiarlo.
5. Ataques a su salud
- Se le obliga a realizar trabajos perjudiciales para la salud.
- Recibe amenazas de violencia física.
- Se le priva de autoridad.
- Se le infligen malos tratos físicos.
- Se ocasionan gastos a la víctima para perjudicarla.
- Se ocasionan daños físicos en el hogar o en el trabajo de la víctima.
- Se pone en evidencia su vida sexual.
¿Cómo defenderse del acoso laboral?
Leymann ha comprobado que las víctimas a menudo no tienen ni la más mínima posibilidad de confiarse con nadie. Simplemente no pueden hacer público el problema.
Por eso es importante que las empresas dispongan de medios formales para detectar e impedir las situaciones de acoso laboral. La víctima debe tener la posibilidad de dirigirse a alguien que se encargue de ayudarla y que sepa lo que conviene hacer.
Nadie puede protegerse del acoso laboral ni tampoco preverlo. Con frecuencia, la víctima se lleva bien con sus compañeros hasta que de repente se desatan las intrigas.
Cuando el jefe o los compañeros han puesto sus ojos en la víctima, ésta apenas puede hacer nada en contra. Muchas veces llega a ser el blanco de las críticas por culpa de hechos (color de la piel, sexo, religión) ante los cuales no puede hacer nada.
Sólo las empresas pueden prevenirlo y tomar las medidas necesarias para erradicarlo.
15 estrategias para hacer frente al mobbing
Iñaki Piñuel (2003) habla de estas 15 estrategias para hacer frente al mobbing:
- Identificar el problema del mobbing como tal: formarse e informarse sobre el problema.
- Documentar y registrar las agresiones de que se es objeto desde el inicio.
- Hacer públicas las agresiones que se reciben en la intimidad y en secreto, y comunicarlas a compañeros, jefes, directivos, asesores, pareja, amigos y familiares.
- Desactivarse emocionalmente: evitar reaccionar ante los ataques. Controlar y canalizar la ira y el resentimiento, ya que la ira es la aliada del acosador: evitar explosiones de ira.
- Hacer frente al mobbing: el afrontamiento hace recular al hostigador, que es cobarde en el fondo.
- Dar respuesta a las calumnias y críticas destructivas con asertividad (sin pasividad ni agresividad).
- Proteger los datos, documentos y archivos del propio trabajo y guardar todo bajo llave, desconfiando de las capacidades manipulativas de los hostigadores.
- Evitar el aislamiento social: salir hacia afuera y afrontar socialmente la situación del acoso.
- Rechazar la inculpación sin aceptación ni justificación mediante la extroyección de la culpabilidad.
- No intentar «convencer» o «cambiar» al hostigador.
- Solicitar la baja laboral o a la renuncia voluntaria antes de permitir ser destruido psíquicamente.
- Solicitar desde el principio asesoramiento psicológico especializado.
- Solicitar consejo legal para hacer valer y defender los derechos propios.
- Desarrollar la «autoestima autónoma» como vacuna contra el acoso. Desarrollar el poder curativo del humor.
- Permitirse llorar por el daño propio, como medio de desahogo. Perdonar al acosador, como forma de liberación final.
Si sufres mobbing, consulta con un psicólogo especializado así como con un abogado para iniciar los tramites necesarios.
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