Es normal que te cueste soltar cosas, sobre todo esas que te hacen daño. Por eso, en este artículo quiero detenerme en lo que significa cerrar ciclos. Que básicamente se trata de dejar atrás un momento de la vida que ya terminó, para pasar a cosas mucho mejores.
¿Estas interesado en cerrar ciclos? Entonces has llegado al lugar indicado, ¡porque en Neurita te damos 6 formas para cerrar ciclos! Además, como plus encontrarás algunas frases sobre el tema.
¿Qué es cerrar ciclos?
Cerrar ciclos es un complicado ovillo de momentos de la vida que están llenos de sentimientos a los que nos aferramos, ya sean buenos o malos. Son procesos de la vida que tienen un principio, un medio y un final. Aunque nunca nada termina realmente, es importante aprender a cerrar ciclos para avanzar y evitar quedarte atascado.
Hay un dicho atribuido a Albert Einstein que dice que la locura «es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes«. Sin embargo, este tipo de locura es tan común en nuestro día a día que ni siquiera es justo llamarlo locura. Simplemente es humano.
Nos pasa a todos, pero no todos somos conscientes de que nuestra vida psicológica es un poco como la película El día de la marmota. A pesar de que todos nos esforzamos por ser diferentes… cada día resulta igual al anterior. Pensamos lo mimo, nos comportamos igual y nos sentimos de la misma manera que ayer, antes de ayer, el mes pasado, el año pasado…
¿Te has preguntado alguna vez por qué ocurre esto? ¿Por qué nos saboteamos a nosotros mismos?¿Por qué personas perfectamente inteligentes hacen cosas tan obviamente contraproducentes?
¿Por qué tan a menudo nos sentimos atraídos por el mismo tipo de relaciones destructivas?
¿Por qué llegamos siempre tarde, o seguimos bebiendo demasiado, o seguimos tomando malas decisiones financieras cuando nos esforzamos tanto por cambiar?
¿Por qué es importante cerrar ciclos?
Aunque cerrar ciclos importantes en tu vida siempre trae consigo pérdida y dolor, si el ciclo, sea el que sea, permanece abierto, interfiere con el progreso personal. Y es que, la razón principal por la que es importante cerrar ciclos es porque juega un papel directo en tu futuro. Es como dejar un grifo que gotea sin reparar y esperar que esto no afecte el costo económico y ecológico del agua.
Pero, ¿Por qué no podemos cerrar ciclos? Nuestra mente queda atrapada en experiencias pasadas, creando esos ciclos. Aferrarnos a ellos dificulta nuestro desarrollo personal e interfiere en nuestras vidas, por lo que debemos dejarlos ir.
Este comportamiento de no dejar ir se llama apego, este vínculo emocional nos ata a cosas o personas, y tiende a ser ilógico.
“Un día, en retrospectiva, los años de lucha te parecerán los más hermosos”.
Sigmund Freud.
¿Cuándo somos capaces de cerrar un ciclo?
Cerrar ciclos no se trata de olvidar, sino de evolucionar como persona y seguir adelante a pesar de la pérdida o el dolor.
Cuando esto ocurre, empezamos a recordar con cariño y no con necesidad. Podemos estar agradecidos por lo que fue y no sufrir por lo que ya no es. Podemos asimilar la pérdida para crecer y aprender, y no verla como una caída que nos hizo más débiles.
Pero cuidado, porque cerrar ciclos no es evitarlos. Cuando comenzamos a pensar en la persona o situación perdida como algo ajeno a nosotros o como algo que nunca volverá a suceder, es una clara indicación de evitación. Esto no nos permite avanzar y nuestra mente se obsesiona con el pasado.
Al evadir esos ciclos, creemos que somos una persona completamente nueva que ya no tiene la necesidad de llorar y puede seguir adelante sin problemas, cuando claramente ese no es el caso.
Seguir una serie de pasos nos ayudará a sanar, perdonar y despegarnos poco a poco de estos ciclos tóxicos. Porque para sanar a veces necesitamos mirar hacia atrás, recordar y sufrir el pasado una vez más.
¿Cuál es la mejor manera de cerrar un ciclo?6 formas
1. Recuerda
Si, lo sé. Puede parecer cruel, pero recordar experiencias pasadas, ya sean alegres o dolorosas, te permite aprender y aceptar esos recuerdos. Si solo te enfocas en olvidar, entonces la ansiedad te consumirá lentamente y esto solo creará más dolor.
2. Perdónate a ti mismo
La mayoría de las veces nos juzgamos, castigamos y lamentamos amargamente las acciones del pasado. En esta vida, tenemos que proporcionarnos el consuelo y la empatía que también brindamos a los demás. Comprendernos a nosotros mismos, al igual que comprendemos a los otros, nos permite aceptar las decisiones que hemos tomado. Solo entonces podremos cerrar verdaderamente la puerta y evitar que los recuerdos dolorosos se filtren.
3. Perdona a los demás
Puede sonar bastante simple, pero a veces hay que perdonar, incluso si la disculpa nunca llega. Aprender a dejar ir los resentimientos amargos se convierte en un viaje personal, porque significa que tienes que entender que la otra persona probablemente también está resentida contigo.
Sin embargo, es responsabilidad de la otra parte embarcarse en su propio viaje de dejar ir y es completamente independiente de su propio proceso. Debemos tratar de entender que no todos poseen las herramientas para evitar lastimarnos o defraudarnos.
El perdón nos permite aprender de nuestro sufrimiento.
4. Evita buscar los por qué
Es imposible responder a todas las preguntas que pueden surgir en nuestra cabeza. Tratamos, en todo momento, racionalizar el pasado y esto solo lleva a suposiciones dolorosas. Encontrar las respuestas no disminuirá el sentimiento de pérdida o dolor. Digamos que no todo es justo o lógico, y tenemos que aprender a vivir con eso.
Aferrarse al deseo de saber exactamente qué sucedió y el razonamiento detrás de esto solo lo desgastará. Buscar lo incontestable lo sacará de su fuerza interior y le impedirá encontrar el cierre.
5. Aceptación
Hay cosas que suceden fuera de nuestro control y querer cambiarlas solo creará más frustración. El mejor camino es aceptar lo sucedido y dejar de enfocarse en otros escenarios.
Deja de dar vueltas en círculos y reflexionar sobre cada «¿y si?«. Lo hecho, hecho está, y el tiempo no se detiene.
6. Deja ir
Para liberarse por completo de los sentimientos negativos, es necesario vivirlos y pasar por un proceso de duelo. Elizabeth Kubler Ross enumera las cinco etapas de la pérdida y el duelo de manera sucinta. Lleva tiempo revisar cada uno de ellos y exigirá mucha paciencia:
- Negación y aislamiento
- Ira
- Negociación
- Depresión
- Aceptación
No hay un orden específico para estas etapas, y se alternarán a medida que vivamos el proceso de duelo. Una vez que vivas cada uno de ellos, adquirirás una fuerza interior inimaginable. Puedes obtener más información sobre las etapas del duelo en este artículo.
A veces puedes ganar más cuando pierdes.
La pérdida y el dolor a veces pueden disminuir otros sentimientos como la alegría, la ternura, la confianza y la satisfacción. Los sentimientos negativos provienen del interior y son independientes del mundo exterior. Solo tú tienes el poder de soltarlos y eliminar las barreras que has colocado para contenerlos.
El dolor o la belleza del próximo ciclo que vendrá dependerá completamente de cuánto abras esas puertas y permitas que entren nuevas oportunidades.
¿Quieres ser el primero en conocer los misterios de la Psicología?
Únete a la tribu de Neurita, con la newsletter y disfruta de supercontenidos exclusivos.
Deja tu comentario