¿Existe amor cuando hay infidelidad?

¿Existe amor cuando hay infidelidad? Uno de los primeros pensamientos que caen como agua fría sobre quien sufre una infidelidad es: “Si mi pareja me quiere, ¿por qué lo hizo?”.

Desafortunadamente, la relación entre el amor y la infidelidad no es directa y debes estar preparado para eso. Aunque pienses que quien ama no haría daño a su pareja siendo infiel, los hechos demuestran todo lo contrario.

Está claro que cuando amamos a alguien debemos, al menos en teoría, evitar hacerle daño, pero la motivación detrás de la infidelidad a veces es más intensa que el amor.

¿Existe amor cuando hay infidelidad?

La infidelidad sale muy cara: lágrimas, rupturas, divorcios e incluso violencia. Pero, ¿existe amor cuando hay infidelidad? La respuesta a esta pregunta preocupa y mucho a las parejas, tanto como fascinación provoca a los investigadores.

Aunque sea difícil de asumir, existe amor cuando hay infidelidad. O al menos puede haberlo en algunos casos. Ya que tu pareja podría verse tentada a engañarte por razones que no están relacionadas contigo o con los sentimientos que compartes.

La infidelidad ocurre en todo el mundo y en muchas culturas diferentes. Ha estado sucediendo a lo largo de los tiempos, por lo que en términos de comportamiento humano, parece ser un clásico, a pesar de que todos lo condenamos.

Para saber si existe amor cuando hay infidelidad se debería analizar cada caso en concreto, así como las causas de esa infidelidad.

Este tema se ve en términos tan oscuros porque, bajo la filosofía del romanticismo que ha dominado nuestra comprensión del amor desde mediados del siglo XVIII, se entiende que el sexo no es principalmente un acto físico, sino la suma y el símbolo central del amor. 

Antes del romanticismo, las personas tenían relaciones sexuales y se enamoraban, pero no siempre veían estos dos actos como intrínsecamente unidos: uno podía amar a alguien y no acostarse con él. O acostarse con ellos y no amarlos. Así es como se puede caer en limerencia u obsesión por el amor donde claramente no existe amor cuando hay infidelidad.

Fue esta dislocación la que el romanticismo se negó a tolerar. El sexo era simplemente el momento culminante del amor, la forma superlativa de expresar la devoción de uno a alguien, la prueba definitiva de la sinceridad de uno.

Hay, por supuesto, muchos casos en los que la infidelidad significa exactamente lo que el romanticismo cree que significa: desprecio por la relación de uno. Pero en muchos otros casos, puede significar algo realmente diferente: un deseo superficial y pasajero de excitación erótica que coexiste con un compromiso continuo y sincero con el compañero de vida.

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¿Por qué se es infiel cuando se ama? 8 razones

Hay muchas razones por las que las personas pueden llegar a ser infieles y caen en los brazos de otra. A veces, una aventura es la ruptura externamente visible de algo que se ha fracturado por dentro durante un tiempo.

Otras, simplemente no tiene nada que ver con la relación. Según la antropóloga biológica Helen Fisher, el 56% de los hombres y el 34% de las mujeres que se alejaron de su relación a largo plazo calificaron esas relaciones como «felices» o «muy felices».

Entonces, ¿por qué? ¿Por qué las personas que aman a su pareja siguen eligiendo infidelidad? Por lo general, lo hacen por una o más de las siguientes razones:

1. El recurso de la transgresión. Son como niños que roban una galleta que su madre les prohibió tocar. La naturaleza prohibida de esa galleta la hace muy deseable. La infidelidad es lo mismo. Basta con que algo esté prohibido o mal visto para que sea más deseable, un reto.
2. Autoexploración. Para algunos, ser infiel es una forma de explorar partes reprimidas de uno mismo. En realidad no quieren cambiar el núcleo de quienes son; solo quieren escapar de esas limitaciones por un tiempo. No están buscando a otra persona; están buscando versiones ocultas de sí mismos.
3. Inseguridad. A veces, se debe a su propia autoestima. No se sienten atractivos, poderosos, inteligentes, jóvenes o lo que sea. Entonces buscan validación a través del engaño. Usan esa chispa de interés para sentirse queridos, deseados y dignos.
4. Expectativas irrealistas. Algunas personas engañan porque tienen expectativas poco realistas sobre lo que su pareja y su relación principal pueden (y deben) proporcionar. Pueden pensar que su pareja debe satisfacer todas sus necesidades y deseos , lo cual es imposible. 
5. Trauma no resuelto de la infancia. A veces, las personas infieles recrean o responden de manera latente a traumas infantiles no resueltos: negligencia, abuso emocional, abuso físico, abuso sexual, etc. Básicamente, sus heridas infantiles han creado déficits de apego que se manifiestan a través de la infidelidad.
6. La vida no vivida. Aquí, es la vida que pudo haber sido, el amante que se escapó, o el amante que nunca fue, lo que impulsa la infidelidad. La persona infiel está contenta con su vida actual, pero siente curiosidad por saber cómo podría haber sido su vida si hubiera elegido un camino diferente.
7. Querer sentir emociones intensas. Cuando las relaciones primarias se asientan en la zona de confort del amor a largo plazo, las personas infieles pueden querer sentir la intensidad de una relación recién formada (aunque no haya absolutamente nada de malo en la relación actual).
8. Egoísmo/derecho inherente. Algunos infieles, a pesar de amar a su pareja y disfrutar de su relación, sienten que merecen más. En lugar de ver su voto de fidelidad como un sacrificio hecho por y para su relación, lo ven como algo que se debe solucionar.

Como ves, estas razones no están relacionadas con el amor. Por lo que puede que sí existe amor cuando hay infidelidad. Aunque, como te he comentado al principio, cada caso es diferente.

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¿Qué pasa por la cabeza de un infiel?

Por la cabeza de un infiel pueden pasar mil y uno pensamientos, sobre todo, teniendo en cuenta la motivación.

Para saber qué pasa por la cabeza de un infiel tenemos que consultar la neurociencia. Así, tenemos tres sistemas cerebrales que están diseñados para impulsarnos a buscar y mantener conexiones íntimas.

1. El impulso sexual, que está diseñado para llevarnos a buscar sexo. Desde una perspectiva evolutiva, esto es importante para la supervivencia de la especie.
2. La atracción, o amor romántico, y es el anhelo que sentimos de estar con una persona en particular. Poderosos neuroquímicos (dopamina, norepinefrina y serotonina) surgen a través del cuerpo, encendiendo los sentimientos eufóricos que surgen al enamorarse. Ayudan a enforcar la energía en esa persona especial. 
   • La serotonina está involucrada en la regulación del estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito, la digestión, el sueño, la memoria y el deseo y la función sexual, por lo que es probable que haya insomnio, pérdida de apetito y aumento de la pasión.
   • El área del cerebro involucrada es la misma que se activa cuando se toma cocaína cuando se es adicto a esta sustancias. Como ves, no es una hermosa casualidad que enamorarse traiga consigo un subidón vertiginoso y adictivo. 
3. El apego. En este punto, el cuerpo comienza a desarrollar una tolerancia a la euforia de la fase de atracción. Las endorfinas (las hormonas que te hacen sentir bien) y las hormonas vasopresina y oxitocina recorren el cuerpo, provocando los sentimientos de seguridad, calma y bienestar que acompañan a una relación duradera.

En cuanto a personalidad, las personas que tienen aventuras tienden a estar más abiertas a nuevas experiencias y son más extrovertidas que sus parejas y se aburren más fácilmente. Sin embargo, recuerda: es una tendencia, no un hecho.

El amor no tiene esquemas exactos ni fórmulas. No todos aman de la misma forma y bajo los mismos preceptos. Hay muchas razones posibles para ser infiel, y el matrimonio es complicado. Pero hablar directamente, expresar tus necesidades, practicar el perdón y comprometerte a mantener una relación sana son los mejores planes para proteger tu matrimonio.

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