¿Con qué frecuencia has pensado que estabas realmente enamorado? Y, a los pocos meses, has tenido que eliminar esos sentimientos de amor. ¿Creíste que estabas enamorado, pero descubriste que estabas «necesitado»?
En Neurita, especialistas en Psicología, te damos las claves para que sepas diferenciar el enamoramiento de la dependencia emocional. ¡Coge papel y lápiz que empezamos!
¿Estás enamorado o eres emocionalmente dependiente?
Cuando permites que tu felicidad dependa demasiado de otra persona, puede tener algunas consecuencias peligrosas para tu tranquilidad y bienestar. La dependencia emocional es un verdadero desafío y una verdadera dificultad que superar.
Se necesita mucho coraje para aprovechar las fortalezas que tienes para superar la necesidad de otros, pero es necesario para que puedas alcanzar tu verdadero potencial.
Tener una cierta dependencia emocional en tu pareja es normal, pero cuando tu felicidad depende de él o ella, se vuelve desequilibrado y poco saludable. Es vital que tu pareja ofrezca soporte cuando sea necesario, pero cualquier cosa aparte de eso puede ser paralizante.
Aprender cómo sostenerse solo es doloroso, y se necesita enfrentar algunas verdades y traumas incómodos que tal vez prefieras dejar enterrados. Sin embargo, conocerte a ti mismo y descubrir la fuerza que te ayuda a estar de pie sobre tus propios pies es algo hermoso y algo que se requiere para encontrar tu camino hacia la verdadera felicidad.
Ser emocionalmente dependiente de tu pareja es peligroso. Aprende a superarlo antes de que deshaga tu relación.
¿Cómo sé si soy dependiente emocional?
A menudo, confundimos nuestros sentimientos de obsesión o dependencia con sentimientos de amor o atracción. Es fácil perderse en esos sentimientos y, si no se identifica adecuadamente, perderás tu autenticidad en el proceso.
La dependencia no es amor y nunca puede ser.
Esta idea comienza cuando somos niños, cuando no nos sentimos queridos por las personas que más nos importan, y se perpetúa con el tiempo a medida que saltamos de un acoplamiento sin amor al siguiente. Cuando perdemos este amor de niño, lo buscamos constantemente como adulto; el anhelo nunca desaparece, solo es más fuerte.
Tener tal falta de amor conduce a sentimientos de baja autoestima. Esta incapacidad para valorar y confiar en nosotros mismos crea un ciclo negativo de necesidad que puede alimentar los trastornos que nos hacen buscar constantemente la seguridad en los demás.
Es el resultado del chantaje emocional que nos enseña que para tener valor, tenemos que cumplir con expectativas imposibles e incluso deplorables. Una y otra vez, nos presentamos en un papel sumiso, con la esperanza de reducir los años de daño que se ha hecho.
Sin embargo, es imposible que alguien lo cure. Tienes que sanar a ese niño roto que vive dentro de ti solo. Y este proceso comienza al reconocer cuándo se tiene un problema de dependencia emocional y termina con los pasos necesarios para corregir esta dependencia y aumentar tu confianza.
Veamos algunas preguntas para valorar si eres emocionalmente dependiente:
- ¿Has descubierto por relaciones pasadas que tienes tendencia a idealizar a las personas?
- ¿Proyectas en tu pareja tu idea de cómo quieres que sea, en lugar de ver cómo realmente es?
- ¿Centras la atención principalmente en cómo te trata tu pareja, en lugar de en cómo es realmente?
- ¿Te hace mucha ilusión ver cómo esta persona te hace sentir especial?
- ¿Has hecho a tu pareja responsable de tu felicidad, valor y seguridad?
- ¿Sientes ansiedad o entras en pánico cuando no estás con tu pareja o cuando él o ella no te llaman cuando lo esperabas?
- ¿Tienes una lista de expectativas que tu pareja tiene que cumplir para que te sientas querido y seguro?
- ¿Sientes que no puedes vivir sin esta persona?
- ¿Te aterra perder a esta persona?
- ¿Te sientes vacío y solo por dentro, a menos que tu pareja esté contigo, dándote la atención y la aprobación que tú no te estás dando a ti mismo?
- ¿Sientes celos y te pones posesivo con tu pareja?
- ¿Intentas tener control sobre cómo hacer que tu pareja haga lo que tu quieres que haga?
El «amor» que proviene del miedo no es amor, es necesidad.
La dependencia emocional proviene del vacío interno que se crea cuando te abandonas a ti mismo, y esperas que tu pareja llene ese vacío y te haga sentir amado y seguro.
Una vez que conviertes a su pareja en el responsable de tu felicidad, seguridad y valor, es entonces cuando intentas tener control sobre cómo quieres que te quiera.
¿Cómo sé si estoy enamorado?
Ten en cuento que no hay nada que controle el amor. El amor es lo que respalda el bien propio y el de tu pareja, lo que significa que nunca tratará de controlar o poseer a la otra persona.
El amor se trata de dar y compartir, no de obtener. El amor no se mendiga. Cuando amas a alguien, valoras profundamente sus cualidades esenciales, las cualidades que no desaparecen con el tiempo. No se trata de las cualidades más superficiales de apariencia, dinero y poder, sino de las cualidades más profundas y duraderas del corazón y el alma.
El desafío del amor verdadero es que no puedes desear obtener amor y ser cariñoso. Cuanto más te empeñes en conseguir el amor, peor acabará esa relación porque ese deseo te llevará a un corazón frágil y a un comportamiento de control. Acciones que claramente excluyen al amor.
Lo más recomendable es que centres tu atención en ser cariñoso y en descubrir y aprender lo que es amor para ti y para tu pareja. Cuando constantemente eliges amarte a ti mismo y a los demás, experimentarás un verdadero amor.
Si no te amas a ti mismo, tu propia esencia hermosa y maravillosa, entonces no puedes ver o amar la esencia de los demás. Cuando no te ves ni te valoras, te vuelves emocionalmente dependiente en tu deseo de obtener amor.
Una buena autoestima hace que seas mucho menos vulnerable. Cuando prestas la atención a ti mismo, a tus emociones y sentimientos, y te proporcionas la aprobación que necesitas, es mucho más fácil discernir cuándo alguien está tratando de aprovecharse, o cuando realmente se preocupan por quién eres en tu esencia.
En resumen…
Escapar de la muleta de la dependencia emocional no es fácil, pero es necesario para encontrar la fuerza que necesitamos para sobrevivir a esta montaña rusa llamada vida.
Es posible aprender a superar la dependencia emocional cuando te paras a mirar con detenimiento y honestidad los traumas e historias que conforman quiénes somos. Al volver a ponerte en contacto con nuestro niño interior y curar las heridas del pasado, podrás encontrar quién eres de nuevo y dar algunos pasos serios hacia un futuro del que poder estar orgullosos.
Dejar de lado la necesidad de otros es difícil, aún más en un mundo que nos dice que necesitamos amor externo para prosperar. Deja esa mentira y ten el coraje de vivir valientemente en tu verdad. Hay un camino hacia la superación, pero debes ser lo suficientemente fuerte como para caminar por tu cuenta.
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