La autoestima es un codiciado accesorio psicológico que ha dado lugar a una industria millonaria. Hay tantos programas, artículos, libros y productos que prometen mejorar tu autoestima, que se puede afirmar que nuestro conocimiento sobre el concepto está bastante avanzado.
Pero aquí, en este artículo de Neurita, no quiero hablarte de cómo mejorar tu autoestima, ni darte una lista de frases positivas para aumentarla. Nada de eso, más bien quiero que descubras 9 cosas que no sabías sobre la autoestima que te ayudarán a conocerte mejor.
¿Qué es la autoestima?
Es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida. Las creencias que tenemos de nosotros mismos, aquellas cualidades, capacidades, modos de sentir o de pensar que nos atribuimos, conforman nuestra “imagen personal” o “autoimagen”.
Nos sentimos listos o tontos, capaces o incapaces, nos gustamos o no. Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella dependen en gran parte la realización de nuestro potencial personal y nuestros logros en la vida.
De este modo, las personas que se sienten bien consigo mismas, que tienen una buena autoestima, son capaces de enfrentarse y resolver los retos y las responsabilidades que la vida plantea. Por el contrario, los que tienen una autoestima baja suelen autolimitarse y fracasar en las tareas que se proponen.
Hasta aquí una definición comúnmente conocida. Ahora bien, sigue leyendo para descubrir más cosas sobre esta auto valoración, concretamente 9 cosas que desconocías.
9 cosas que no conocías de la autoestima
1. Hay diferentes tipos de autoestima
Nuestros sentimientos de autoestima son tanto globales como específicos. Globales hace referencia a lo que piensas de ti en general, mientras que los específicos son todos esos pensamientos ti mismo en los roles y ámbitos de tu vida específicos: tu autoestima como padre, como profesional, como cocinero, o como enfermera.
Aunque todos tenemos una serie de ámbitos de la autoestima específica, no todos ellos son igualmente importantes.
2. El impacto de la autoestima específica sobre la global varía
Por ejemplo, perder un partido de golf no va a hacerte mucho daño si el golf no es importante para ti, pero supondrá una gran mella en ti si eres un golfista profesional.
3. La autoestima fluctúa constantemente
De hecho, fluctúa día a día y hora a hora. Podrías despertar un día sintiéndote bien contigo mismo y totalmente inseguro el día siguiente.
4. No es dicotómica: buena/mala
Un error muy común a la hora de entender la autoestima es que tendemos a pensar que es, por lo general, buena o mala / blanco o negro, pero es mucho más variable, tiene multitud de tonos grises.
Continuamente se desplaza hacia arriba y hacia abajo basado en la retroalimentación interna y externa que nos damos y la que obtenemos de nuestro entorno.
5. Mayor autoestima no es necesariamente mejor
Mientras que algunas personas tienen mayor autoestima básica que otros, tenerla alta no es necesariamente mejor. Lo ideal es tenerla alta, pero no demasiado alta.
Los narcisistas tienden a tener altos sentimientos de autoestima, pero también es frágil e inestable. Incluso los pequeños ‘insultos’ puede hacer que se sientan terriblemente ‘heridos’.
Es por eso que las personas con una valoración de si mismo buena y estable tienden a ser mucho más sanos psicológicamente hablando, que las personas con una autoestima muy alta, pero frágil.
6. La autoestima no está relacionada con el atractivo físico
Algunos estudios encontraron que las personas con baja autoestima eran tan atractivos como las personas con alta autoestima. Sin embargo, la diferencia radica en la forma en que nos presentamos.
Imagina dos personas igualmente atractivos, la persona que se siente mejor consigo mismo, vestido de manera más atractiva y más seguro, probablemente dará mejor impresión que el que se viste de forma menos atractiva, es inseguro y desconfiado.
Ahora bien, si lo que piensas es que la gente atractiva deberían sentirse mejor consigo mismo porque reciben más atención y elogios, debes tener en cuenta que las personas con baja autoestima son resistentes a la retroalimentación positiva.
Desafortunadamente, tener baja autoestima nos hace resistentes a los mismos elogios y comentarios positivos que podrían mejorar nuestros sentimientos de autoestima. Cuando nuestra autoestima es baja nos sentimos indignos de alabanzas y elogios.
7. Los elogios pueden hacerte sentir mal
Muchos tratan de mejorar su autoestima con elogios hacia si mismos, tales como «soy atractivo y digno de ser querido» o «pronto voy a tener un gran éxito«. Sin embargo, las afirmaciones positivas hacen que las personas con baja autoestima se sientan peor.
Los que necesitan más afirmaciones positivas, las personas que no se tienen mucho aprecio, tienden a sentirse peor con ellos mismos cuando se les elogia.
Esto ocurre porque cuando una declaración cae demasiado lejos de nuestro sistema de creencias, tendemos a rechazarla. Cuando alguien se siente fundamentalmente débil y sin poder, decirse a sí mismo lo fuerte y poderoso que es sólo le recordará lo mucho que sienten lo contrario.
Irónicamente, las únicas personas que tienden a beneficiarse de las afirmaciones positivas son aquellas cuya autoestima ya es alta.
8. Funciona como un sistema inmunológico emocional
Cuando nos queremos a nosotros mismos, el estrés y la ansiedad afectan menos. De hecho, se experimentan los rechazos y los fracasos como menos dañinos y la recuperación es más rápida.
Algo así como que la autoestima funciona como un sistema inmunológico emocional que nos amortigua de lesiones emocionales y psicológicas.
9. La mayor parte del daño es auto-infligido
A menudo respondemos a los rechazos y fracasos siendo autocríticos, enumerando todas nuestras faltas y carencias. Básicamente nos damos patadas a nosotros mismos.
Seguidamente, utilizamos justificaciones ridículas a este daño auto-infligido. Por ejemplo, «me lo merezco«, «soy humilde«, «es una manera de mantener unas expectativas bajas» o «es cierto, ¡me odio!«.
«La persona más influenciable con la que hablaras todo el día eres tú. Ten cuidado entonces de lo que te dices a ti mismo».
Zig Ziglar
No hay mejor «taller» para la autoestima que abolir la autocrítica innecesaria y el autocastigo. Éste taller haría maravillas y además ¡es gratis!
¿Quieres ser el primero en conocer los misterios de la Psicología?
Únete a la tribu de Neurita, con la newsletter y disfruta de supercontenidos exclusivos.
Deja tu comentario