¿Te ha pasado alguna vez que alguien te saluda y no lo conoces? Seguro que sí, es normal. Pero, ¿sabías que hay personas que le ocurre todo el tiempo? Es lo que se conoce como prosopagnosia y Brad Pitt ha admitido padecer este desorden de la percepción muy frecuente en la enfermedad de Alzheimer.
Prosopagnosia: Lo siento, pero tu cara no me suena
¿Qué es ceguera de rostro? (o prosopagnosia)
La Prosopagnosia, o ceguera facial, es una forma específica de agnosia visual, caracterizada por una incapacidad de reconocer los rostros conocidos.
El término fue acuñado en 1947 por el médico Joachim Bodamer, quien la definió como:
“La interrupción selectiva de la percepción de rostros, tanto del propio como del de los demás, los que pueden ser vistos pero no reconocidos como los que son propios de determinada persona”.
Esta enfermedad puede ser congénita o adquirida. Y en muchos casos son capaces de reconocer las expresiones emocionales faciales, es decir, son capaces de identificar si la cara expresa alegría, tristeza o ira. Además, son capaces de detectar la edad y género o de realizar juicios discriminativos del atractivo de un rostro.
Síntomas de Prosopagnosia
- Incapacidad de experimentar sensación de familiaridad ante rostros conocidos.
- Dificultad para reconocer rostros de familiares y conocidos.
- Incapacidad para reconocer y discriminar entre rostros de familiares y conocidos.
- Incapacidad de discriminación entre rostros desconocidos.
- Escasa discriminación entre rostros y otros estímulos.
- Problemas para reconocer el rostro propio en el espejo o en fotografías.
- Dificultades para percibir y reconocer los rasgos faciales.
- Un pobre reconocimiento de otros elementos asociados a los rasgos faciales como la edad, el sexo o la raza.
- Severos problemas para percibir y reconocer las expresiones faciales.
Tipos de Prosopagnosia
La prosopagnosia puede presentarse diferentes grados de severidad. Pero a modo general, hay cuatro tipos de prosopagnosia:
- Aperceptiva: dificultad para reconocer que una cara es una cara.
- Discriminativa: dificultad para reconocer una misma cara desde diferentes perspectivas espaciales, o para identificar un mismo rostro en posición invertida.
- Asociativa: dificultad para reconocer caras familiares, es decir, presentan un déficit en la asociación de la familiaridad a un estímulo facial conocido.
- Identificativa: conservan la capacidad de reconocer si una cara pertenece a alguien conocido, sin embargo, presentan dificultades para determinar de quién se trata.
¿Cómo ve la gente con prosopagnosia?
La persona que sufre prosopagnosia puede reconocer las partes de la cara, pero no es capaz de unir todo para poder reconocer a la gente, sin importar si son familiares o gente muy cercana. Cuando es muy grave, ya no es capaz de reconocerse a sí mismo en el espejo.
Suelen desarrollar estrategias auditivas para poder distinguir las voces y así identificar a la gente. Además, si tiene una característica notoria como un gran bigote, un lunar grande o una cicatriz en el rostro, también pueden llegar a reconocer con quien hablan.
Hay estudios que calculan que el 2% de la población padece prosopagnosia, pero puede que sea una estimación a la baja, porque la mayoría de la gente no está diagnosticada. El mecanismo más habitual para diagnosticar este trastorno es el Test de Reconocimiento Facial de Benton que consiste en el emparejamiento de caras en diferentes posiciones y condiciones de iluminación.
Brad Pitt explicaba que lo descubrió hace años, cuando el programa de televisión 60 minutes, del canal CBS, dedicó uno de sus reportajes a la llamada ceguera facial. «Creía que, simplemente, tenía mala memoria».
Esa lógica, o la de pensar que eres distraído o se te dan mal las caras, es común entre las personas con prosopagnosia, que a menudo ignoran su condición.
¿Qué tienen los rostros que resultan tan difíciles de descifrar para estas personas?
Todas las caras están formadas por los mismos bloques -dos ojos, una nariz, una boca, dos orejas- y cambian constantemente. Si están hablando, riendo o llorando, su dinámica es muy diferente.
Todo eso hace que identificar los rostros pueda ser un reto enorme para el sistema visual. Mirar fotos invertidas de rostros conocidos, ya sean de familiares o de personajes famosos, puede ayudar a hacernos una idea de lo que experimentan las personas con ceguera facial.
¿Qué parte del cerebro afecta la prosopagnosia?
Una de las cosas que se han encontrado gracias a las técnicas de imagen es que el cerebro de estas personas no está bien ‘cableado’.
Las diferentes áreas cerebrales que juegan un papel en el reconocimiento facial tienen que estar conectadas entre sí para transmitir la señal de un lado a otro, y en las personas que tienen ceguera facial esas conexiones o habían desaparecido o no funcionaban bien.
Se sabe que la causa principal son lesiones cerebrales bilaterales y simétricas (ambos hemisferios) ocasionadas por accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos, infecciones del sistema nervioso central o tumores cerebrales e incluso congénitas pero también puede ser de nacimiento.
La agnosia facial se puede asociar a la agnosia al color (acromatopsia) así como a alteraciones de la imaginación o una menor capacidad emocional. En más del 90% de los casos, la prosopagnosia aparece con defectos en el campo visual y cuando esto ocurre, la mitad de las veces lo hace de forma bilateral (ambos ojos).
Prosopagnosia tratamiento
La prosopagnosia carece de tratamiento efectivo en sí misma a menos que exista una causa orgánica como un tumor o un hematoma que permita tratarla.
Sin embargo si que se puede entrenar a las personas afectadas para que puedan reconocer los rostros de las personas cercanas mediante detalles, como por ejemplo el pelo, la voz, ciertas marcas faciales, objetos como gafas o joyas, el modo de vestir o la postura corporal.
Tampoco existen medidas preventivas específicas para la prosopagnosia y en caso de presentar síntomas es importante ponerse en contacto lo antes posible con un neurólogo.
Un libro: El hombre que confundió a su mujer con un sombrero.
Una película: El rostro del asesino.
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